Deterioro

No se preocupe, sea feliz: cómo la preocupación excesiva puede influir en la tasa de neurodegeneración.

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Durante la última década, los científicos y los médicos han observado una asociación significativa entre las condiciones comunes de salud mental y el envejecimiento cerebral acelerado: los cambios en la estructura, fisiología y función del cerebro que se cree que conducen a un deterioro cognitivo posterior.

Tanto la depresión como los trastornos de ansiedad, por ejemplo, están estrechamente relacionados con el desarrollo de demencias, incluida el Alzheimer, en etapas posteriores de la vida, pero no está claro por qué. Los neurocientíficos y gerontólogos de todo el mundo han trabajado intensamente para investigar qué síntomas particulares podrían contribuir al deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Una nueva investigación de la Universidad de Pittsburgh, que utiliza un modelo de aprendizaje automático para predecir la «edad del cerebro» de una persona, sugiere que la preocupación y la rumia excesivas pueden influir en la velocidad de la neurodegeneración y los déficits de memoria y atención que la acompañan.

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